miércoles, 16 de febrero de 2011

Cracolito


Cracolito

2010

En un pequeño bosque a las orillas de un árbol vivía una familia de caracoles. El más pequeño de la familia se llamaba
Cracolito, sus padres estaban muy preocupados porque Cracolito le tenía muco miedo a la oscuridad. Al apagarse la luz, todas las cosas y sombras le parecían los más temibles monstruos. Y aunque sus padres le explicaban cada día con mucha paciencia que aquello no eran monstruos, no dejaba de sentir miedo.

Un día recibieron la visita de la tía Carola. Era una caracola increíble, famosísima por su valentía y por haber hecho miles de viajes y vivido cientos de aventuras de las que se hicieron hasta libros.
Cracolito, con ganas de vencer el miedo, le preguntó a su tía Carola cómo es que era tan valiente y si alguna vez se había asustado. Carola la caracola le contestó:
- Muchas veces!!! Recuerdo… cuando era una pequeña
caracolita y tenía un miedo terrible a la oscuridad. No podía quedarme a oscuras ni un momento.

Cracolito se emocionó muchísimo al darse cuenta que Carola la caracola también le temía a la oscuridad como él. ¿Cómo era posible que alguien tan valiente pudiera haber tenido miedo a la oscuridad? La tía Carola se le acercó y le dijo:
- Te contaré un secreto,
Cracolito. Quienes me enseñaron a ser valiente y a no tenerle miedo a la oscuridad fueron unos caracolitos que vivían en una cueva muy oscura. Le explicó, que ellos no podían ver mucho con sus ojos adentro de esa cueva, así que si no hubieran descubierto el secreto para no tener miedo a la oscuridad, estarían siempre asustadísimos.
¡Es verdad! dijo el pequeño
Cracolito, muy interesado. ¿Me cuentas ese secreto?
- ¡Claro! dijo Carola. Su secreto es cambiar de ojos. Como ellos no pueden ver adentro de la cueva, sus ojos son sus antenas. Lo único que tienes que hacer para vencer el miedo a la oscuridad es hacer cómo ellos, cerrar los ojos y usar los de las antenas. Te propongo un trato. Esta noche, cuando vayas a dormir y apagues la luz, si hay algo que te dé miedo cierra los ojos, levántate con cuidado, y trata de ver qué es lo que te da miedo con los ojos de tus antenas... y mañana me cuentas cómo es la oscuridad.

Cracolito aceptó, algo preocupado. Sabía que tendría que ser muy valiente para cerrar los ojos y tocar con sus antenas aquello que lo asustaba, pero estaba dispuesto, porque quería ser igual de valiente que la tía carola, así que no protestó. Ésa noche sus padres lo acostaron, y él mismo apagó la luz. Al poco rato, sintió miedo de una de las sombras en la habitación, y haciendo caso de lo que le había dicho la tía Carola cerró los ojos y abrió los de las antenas, y con mucho valor empezó a tocar toda aquello que le asustaba y le parecía misterioso…

A la mañana siguiente,
Cracolito, se levantó y fue corriendo a buscar a la tía Carola y a sus padres, y con una gran sonrisa les dijo:
- Cerré los ojos e intente tocar con las antenas todo lo que me daba miedo y solo conseguí tocar todos mis juguetes hasta quedarme dormido.
Cracolito, que era un caracolito muy inteligente les dijo que la oscuridad se había ido para siempre y que lo único que había dejado en su habitación eran todos sus juguetes regados en el suelo.

A partir de ése día, el pequeño
cracolito entendería que la oscuridad no sería más un miedo para él, y comprendió que a los miedos hay que enfrentarlos para poder vencerlos.

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